Dios te guarde, pajarillo,
flor del bosque, plumas de oro,
nadie mate tus pichones,
Nadie toque tu tesoro.
La tormenta no te asuste
en las noches despiadadas,
el viento no te castigue,
No te maten las heladas.
El cazador no te encuentre
cuando te busca en la selva,
la sombra por defenderte
En sus repliegues te envuelva.
Vuela siempre por los aires,
picotea en los jardines,
Cuelga el nido en las retamas.
Dios te guarde, pajarillo,
flor del bosque, plumas de oro,
nadie mate tus pichones,
nadie toque tu tesoro.
Alfonsina Storni