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LAS RANAS Y EL HOYO |
Un grupo de ranas iba atravesando un bosque y dos de ellas cayeron en un hoyo muy profundo, el resto de las ranas se reunieron alrededor del hoyo y al ver que este era muy profundo, les dijeron a las dos ranas que se dieran por muertas. Las dos ranas ignoraron los comentarios y trataron de saltar con todas sus fuerzas para salir del hoyo, mientras que las dem�s continuaban dici�ndoles que se detuvieran, que se dieran por muertas. Finalmente, una de las ranas se dio por vencida, haciendo caso a las dem�s, se dej� caer al suelo y muri�. La otra rana continu� saltando tan fuerte como pudo, mientras que las otras ranas le gritaban que no sufriera intentando salir y que se dejara morir, la rana saltaba m�s y m�s fuerte, hasta que logro salir. "Esta rana era sorda", por eso, ella hab�a pensado en todo momento que sus compa�eras le animaban a salir. La historia nos ense�a dos lecciones: Nuestra boca tiene el poder de la vida y la muerte, una palabra de aliento a alguien que esta pasando por un mal momento puede reanimarlo y ayudarlo a salir adelante. Una palabra destructiva puede ser lo �nico que se necesite para matarlo. Seamos cuidadosos con lo que decimos. Que tu boca siempre tenga una palabra de aliento para todos aquellos que cruzan tu camino. Ech�le ganas y mucho �nimo..!! Bernab� S�nchez
EL CABALLITO |
Un padre llev� a su hijito por un paseo largo en el bosque. Como era peque�o le llevaba sobre sus hombros por mucho rato. Luego le puso sobre sus pies y le dijo que tendr�a que caminar hasta la casa. Al rato el peque�o lloraba porque estaba muy cansado, demasiado cansado para tomar un paso m�s. El padre cort� un palito y lo limpi� muy bien de toda astilla mientras el ni�o observaba. Al terminar, dijo: "Mira, hijo, te presento con tu propio caballito para que te lleve a casa." Encantado, el ni�o se mont� sobre su caballito y felizmente lleg� a su casa. Y en casa dio vueltas por todo el jard�n hasta que tuvo que ir a ba�arse y acostarse, ya rendido.
A veces nuestro Padre nos lleva y a veces nos deja caminar, y muchas veces creemos que ya no podemos m�s cuando alguien, movido por El, nos ofrece un caballito - una idea, una promesa, una canci�n nueva, un cari�o, una oraci�n intercesora, lo que sea, y sobre ese corcel llegamos a la meta. �Necesitan un caballito? �Otro hermano est� necesitando un caballito? Ofrezc�moselo con ternura, recordando nuestro propio cansancio a veces. Eso hace toda la diferencia para un peque�o hermano.
EL JOVEN MARINO |
Un joven marino estaba en su primera batalla, y cuando vino una lluvia de balas del enemigo, casi se desmay�. Uno de los oficiales superiores comprendi� su terror y estrechando su mano, le dijo con cari�o: "�Valor mi muchacho, estar�s bien dentro de unos momentos; yo tuve la misma experiencia en mi primera batalla!" El joven vivi� y lleg� a ser un oficial de honor, y dijo con frecuencia que las palabras dichas por su superior fueron como si un �ngel hubiera venido y puesto vida nueva en �l. Desde ese momento fue m�s valiente que los dem�s. Esto es lo que hizo Cristo con Pablo, y es lo que har� para todos los desalentados y desanimados, que conf�an en �l.