|
|
|
ES NECESARIO ALENTAR A LOS DEM�S |
Si
no podemos estar personalmente en la batalla, no debemos desalentar a los que
est�n combatiendo.
Un
jefe de tribu de los escoceses cay� en la batalla de Sheriff-Muir. Cuando sus
soldados vieron caer al jefe, vacilaron un momento, dando una gran ventaja por
ello al enemigo. El viejo caudillo
al ver lo que acontec�a, se incorpor� y aunque la sangre manaba de sus
heridas, grit�:
--No
estoy muerto, hijos m�os. Os estoy
mirando, y espero que cada uno cumpla con su deber.
Estas
palabras sirvieron de est�mulo a los soldados, llev�ndolos a hacer esfuerzos
casi sobrehumanos.
As�,
cuando nuestras fuerzas flaquean y nuestros corazones est�n apesadumbrados, el
Capit�n nos dice: �He aqu� yo estoy con vosotros todos los d�as, hasta el
fin del mundo.�
EL JOVEN MARINO |
Un joven marino estaba en su primera batalla, y cuando vino una lluvia de balas del enemigo, casi se desmay�. Uno de los oficiales superiores comprendi� su terror y estrechando su mano, le dijo con cari�o: "�Valor mi muchacho, estar�s bien dentro de unos momentos; yo tuve la misma experiencia en mi primera batalla!" El joven vivi� y lleg� a ser un oficial de honor, y dijo con frecuencia que las palabras dichas por su superior fueron como si un �ngel hubiera venido y puesto vida nueva en �l. Desde ese momento fue m�s valiente que los dem�s. Esto es lo que hizo Cristo con Pablo, y es lo que har� para todos los desalentados y desanimados, que conf�an en �l. C.L.N.