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ASERR�N
O PAN
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Si
usted sale a su jard�n y arroja al suelo un poco de aserr�n, los p�jaros no
se fijar�n en �l; pero si en cambio arroja migas de pan, en seguida ver� c�mo
los pajaritos bajan a los �rboles para arrebatarlas.
El
que es realmente hijo de Dios conoce bien la diferencia, por as� decirlo, entre
el aserr�n y el pan. Muchos que se
dicen cristianos est�n comiendo del aserr�n del mundo, en lugar de ser
alimentados por el Pan que desciende del cielo.
Lo �nico que puede satisfacer los anhelos del alma es la Palabra del
Dios viviente.
�EL
NENE COME SOLO!
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El
d�a en que el beb� de la familia empieza a comer solo es muy importante.
El nene est� sentado frente a la mesa y empieza a usar la cuchara, quiz�s
al rev�s, pero luego la usa bien y la madre o la hermana dice regocijada:
--�El
nene est� comiendo solo!
Bien,
lo que necesitamos como cristianos es poder comer solos. �Cu�ntos hay que se sientan, impotentes y ap�ticos y abren
la boca, con hambre de las cosas espirituales! Pero esperan que el pastor les d�
de comer, mientras que en la Biblia est� ya lista una gran fiesta para ellos.
Pero no se animan a empezar a comer solos.
LA
COSA M�S IMPORTANTE
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Juan
Bacon, que en su tiempo lleg� a ser un escultor famoso, hizo que en su tumba de
la Abad�a de Westminster se colocara la siguiente inscripci�n:
�Mientras
yo estaba en vida, me parec�a que mi carrera art�stica era la cosa m�s
importante; pero ahora lo �nico importante es que yo fui creyente en el Se�or
Jesucristo�.
LA
MAYOR NECESIDAD
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�Qu�
necesita el hombre hambriento? �Dinero?. En absoluto. �Fama? Tampoco. �Buena
ropa? Menos. Lo que necesita ese alimento.
�Qu� necesita un hombre sediento? �Acciones en la Bolsa? No. Necesita agua.
Y
cuando obramos con sinceridad y decisi�n, y necesitamos pan del cielo y el agua
de la vida, no hemos de detenernos hasta conseguirlos.
UNA
BUENA DEFINICI�N
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A
un humilde trabajador se le pregunt� qu� medios usaba para seguir caminando en
sendas de obediencia. Contest�:
--Me
llegu� hasta el Salvador, me recibi� , y nunca le dije, �Adi�s�.
VEN,
OH VEN A M�
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Un
hombre asisit� a una de nuestras reuniones, en contra de su voluntad.
Cuando lleg� a la iglesia,
toda la congregaci�n estaba cantando:
Ven,
oh ven a m�
Ven,
oh ven a m�
Nos
dijo despu�s que le parec�a que nunca en su vida hab�a visto tantos imb�ciles
juntos: hombres grandes, de pie, cantando �Ven, ven, ven�.
Terminada
la reuni�n, no pod�a olvidarse de las palabritas cantadas.
Procur� hallar consuelo en el alcohol.
Fue de taberna en taberna, pero las palabras del himno sonaban con
insistencia en su coraz�n. Se acost� pero parec�a que hasta la almohada le dec�a
�Ven, ven, ven�. Se levant�,
busc� el himnario, encontr� el himno y lo ley�.
Le pareci� un himno absurdo, y quem� el himnario.
Jur� que jam�s pisar�a otra reuni�n.
Pero esa misma noche volvi�. Y
cuando lleg� a la puerta, estaban cantado el mismo himno.
Para abreviar la historia, el hombre se convirti�
y cuando dio su testimonio dijo: �Creo que este himno es el m�s
hermoso que existe. Dios, por medio
de �l, ha salvado mi alma�.