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Hay un escrito de advertencias y destrucci�n en la pared de cada pecador. Por alg�n tiempo, este escrito puede ser invisible, como la escritura llamada "simp�tica", que no se puede ver hasta poner el papel en contacto con el fuego o con ciertas substancias qu�micas; pero ese escrito est� grabado en donde los ojos del pecador lo ver�n alg�n d�a, y est� all� como otra amonestaci�n para el arrepentimiento. Las leyes eternas de Dios, y su providencia, son como una mano gigante que escribe el desastre de cada naci�n que no quiere ser justa. Ser�a muy bueno que esas naciones pudieran ver el manuscrito antes que estuviera terminado. Peloubet.
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