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EL
TEXTO PREDILECTO DE UN ERUDITO
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Un erudito en griego del Nuevo Testamento, cuando hac�a estudios de postgraduado en la Universidad de Cambridge, una vez escribi� a la dama que m�s tarde fue su esposa: �Si yo tuviera que recomendarte un texto b�blico para tu estudio particular, texto que contuviera un sumario de la vida cristiana, el primero ser�a aquel hermoso texto que est� en nuestro libro �Servicio Comuni�n�, y que dice: �Alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras obras buenas, y glorifiquen a vuestro Padre que est� en los cielos�. �Cu�l honor m�s grande puede ser concebido a los pobres, d�biles, y pecadores mortales, que hacer algo para la gloria de Dios? �Cu�l distinci�n humana puede ser comparada con �sta? �Cu�l t�tulo honor�fico o cu�l recompensa pueden ser iguales al privilegio de permit�rsenos ver que el Reino de nuestro Padre progresa por medio nuestro?
LO
QUE HIZO UN M�DICO
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Un
padre fue a visitar a su hijo, quien era m�dico en una gran ciudad. Despu�s de
las salutaciones usuales, el padre dijo al hijo:
--Hijo, �c�mo va tu negocio?
--No
muy bien, pap� �fue la respuesta.
En
esa misma tarde el padre acompa�� a su hijo a una cl�nica donde el m�dico
donaba sus servicios una tarde cada semana.
Veinticinco personas desafortunadas, pobres, recibieron los servicios del
m�dico uno por uno. Cuando el �ltimo
hab�a recibido un tratamiento y la puerta fue cerrada, el padre dijo: --Hijo,
�no me dijiste esta ma�ana que no anda bien tu negocio? Si yo pudiera ayudar a
veinticinco personas en un mes considerar�a que mi vida serv�a para algo.
--Pues
si, pap�, estoy ayudando a otros; pero no estoy ganando mucho dinero.
--�Dinero! �exclam� el padre--, �qu� vale el dinero comparado con el privilegio de ayudar a nuestros pr�jimos.
DOMINI
SUMUS
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El
gran reformador Mart�n Lutero viajaba a pie muy a menudo. En cierta ocasi�n
pidi� alojamiento en una r�stica casa de campesinos.
Sin saber qui�n era, lo recibieron bien y lo trataron tan bien como
pudieron.
Al
saber qui�n era rehusaron toda paga, pero le pidieron encarecidamente que se
acordara de ellos en sus oraciones y que escribiera con tinta encarnada en su
pared alguna inscripci�n de recuerdo.
Prometi�
hacerlo y escribi�: Domini Sumus. El campesino le pregunt� qu� significaban
aquellas palabras, y Lutero explic� que ten�an doble sentido.
�Significan �dijo--, �Somos del Se�or�, pero pueden tambi�n
significar: �Somos se�ores�. Lo
uno entra en lo otro: siendo propiedad del Se�or Jesucristo a gran precio
adquirida, no debemos ser esclavos de Satan�s ni de hombre sino se�ores
verdaderamente libres que no sirven al pecado sino al Se�or Jes�s.