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LA NI�A Y TU DEDO LASTIMADO |
Dwight Morrow, el padre
de Anne Morrow Lindbergh, una vez invit� a Calvin Coolidge (antes de que fuera
presidente de los Estados Unidos) entre otros, a una cena.
Despu�s de que sali�
Coolidge, el se�or Morrow expres� a los dem�s visitantes que quedaron como es
que el pens� que Coolidge pudiera llegar a ser un buen presidente.
Los dem�s estaban en desacuerdo. Pensaron
que Coolidge era demasiado quieto, que a �l le falt� �color� y
personalidad. Estaban todos de
acuerdo en que a nadie le caer�a bien.
Anne, de solamente seis
a�os en ese entonces, habl� diciendo, �A m� si me cae bien�.
Fue cuando levant� su dedo con una curita alrededor de ello.
�Es que fue el �nico en esta fiesta que me pregunt� sobre mi dedo
lastimado.�
�Y es precisamente por eso que Coolidge seria un buen presidente,� coment� Morrow. Bits & Pieces, 4 de Febrero, 1993, pp. 18-19.
LA M�QUINA DE ESTAMPILLAS |
Mamie Adams siempre fue al mismo sucursal de correos de su ciudad porque los empleados siempre eran amigables.
Un poco antes del tiempo de la Navidad un a�o, Mamie fue al sucursal de siempre para comprar estampillas, pero las filas este a�o eran particularmente largas.
Alguien la hizo el favor de comunicarla que no ten�a que esperar en la fila para comprar estampillas, ya que acaban de poner una m�quina de estampillas cerca de la entrada.
�Yo se�, replic� Mamie. �Pero la m�quina no me preguntar� sobre mi artritis�.
Bits & Pieces, Diciembre, 1989, p. 2.
PREOCUPACIONES
DE UN RICO
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Pheraulas,
un persa que de la pobreza se levant� hasta llegar a ser
un hombre riqu�simo, procur� persuadir a Saciano, joven amigo suyo, de
que las riquezas no le hab�an dado m�s felicidad ni le hab�an proporcionado m�s
contento que los que ten�a antes de ser rico.
�Tu
sabes�, le dec�a, �que ahora no como, ni bebo, ni duermo con m�s gusto que
cuando era pobre. Al tener esta
abundancia, lo que he ganado es lo siguiente: tengo m�s que guardar, que
distribuir m�s que otros, y que son muchas mis preocupaciones para cuidar lo
que tengo. Ahora muchos sirvientes me piden alimento, bebidas, vestidos; algunos
necesitan al doctor; otros vienen y me traen una oveja
destrozada por los lobos, o un buey que se mat� porque cay� en un
precipicio, o me informan de una plaga que est� afectando al ganado.
As� pues, parece que ahora tengo m�s molestias que cuando era pobre�.