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Isaac
Watts fue autor de muchos himnos que actualmente cantamos en el idioma espa�ol.
Isaac, en su ni�ez, era de estatura muy baja; y cuando lleg� a adulto no era
alto, sino m�s bien bajo de estatura. En
esta �poca de su vida, la de adulto, escribi� en verso el siguiente
pensamiento que, traducido en prosa espa�ola, dice �Si yo fuera tan alto que
con mi mano pudiera asirme del cielo mismo, esa no ser�a mi verdadera estatura:
la estatura del hombre es el alma�. La
altura de una persona no se mide por su elevada estatura, o por su inteligencia
sobresaliente, o por las riquezas que posee: se mide por sus cualidades y, al
mismo tiempo, por el servicio que con ellas da a Dios y al g�nero
humano. Dios mide as� a todos los seres humanos, ya sean sus siervos a sus enemigos.
Iba
un labrador a visitar sus campos para ver si estaba en saz�n la cosecha.
Hab�a llevado consigo a su peque�a hija, Luisita. --Mira,
pap� �dijo la ni�a sin experiencia--, c�mo algunas de las ca�as de trigo
tienen la cabeza erguida y altiva; sin duda ser�n las mejores y las m�s
distinguidas: esas otras de su alrededor, que la bajan casi hasta la tierra, ser�n
seguramente las peores. El
padre cogi� algunas espigas y dijo: --Mira bien, hija m�a: �ves estas espigas
que con tanta altivez levantan la cabeza? Pues est�n enteramente vac�as. Al
contrario, estas otras que la doblan con tanta modestia, est�n llenas de
hermosos granos. El
sabio y el bueno son humildes: la soberbia es propia del ignorante y del malo.
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