|
|
|
AMY CARMICHEL |
Amy Carmichael era una misionera al sur de India. Si ella nunca hubiera experimentado tanto sufrimiento, su nombre probablemente no ser�a tan bien conocido hoy en d�a. Ella pas� cincuenta y seis a�os en el campo misionero y nunca regres� a casa en Inglaterra para reportarse a las iglesias. Un accidente le caus� gran da�o en su pierna y la dejo encamada por los �ltimos veinte a�os de su vida. Fue durante estos a�os en cama que ella escribi� muchos de sus cuarenta libros. Dios uso su experiencia de sufrimiento para traer �nimo a millones de personas. Fue este entendimiento de la habilidad de Dios para cumplir su promesa de Rom. 8:28 que permiti� que la Srita. Carmicheal escribiera, "Un Amo sabio nunca desperdicia el tiempo se su siervo. No importa las circunstancias que recibimos, Dios no va a desperdiciar una experiencia si permanecemos obedientes a �l."
OBRA
MISIONERA
|
Un
misionero moravo, llamado Jorge Smith, se embarc� y fue al Africa.
Poco tiempo despu�s hab�a conquistado a un pecador para Cristo: una
humilde mujer. No mucho tiempo
despu�s fue obligado a salir de all�. Pasados
unos meses, mor�a orando a Dios por lo pobres negros.
Le parec�a que su empresa hab�a llegado al fracaso.
A
VUESTRA MISMA PUERTA
|
Sof�a
hab�a orado por doce a�os para que Dios la hiciese una misionera en tierras
extranjeras. Un d�a el Padre
celestial le contest�: --Sof�a, deja de pedir y contesta: �D�nde naciste?
--En
Alemania Padre.
�D�nde
vives?
--En
Am�rica, Padre.
�No
eres pues�.. una misionera ya? Piensa: �Qui�n vive en el piso de arriba?
--Una
familia Sueca.
�Y
qui�n m�s arriba?
--Otra
familia, pero italianos.
�Y
a tu lado?
--Pues
otra de suizos.
�Y
en la casa m�s pr�xima?
--Pues
algunos chinos�..
�Y nunca les has ofrecido una palabra habl�ndoles de mi Hijo? �Piensas que voy a enviarte tan lejos a trabajar con amor a los perdidos si los tienes tan cerca y los amas tan poco?
UN
BUEN NOMBRE AYUDA EN LA VIDA
|
Una vez, en China, un hombre trajo su ni�o a la casa de un misionero cristiano y dijo a �ste que deseaba que ese ni�o fuera dedicado a Dios, y que se llamara �Moo Dee� (pron�nciese M� D�). El misionero nunca hab�a o�do ese nombre chino y pregunt� al padre del ni�o por qu� deseaba que su hijo se llamara as�. El chino contest�: �He o�do decir que hubo un gran hombre que dedic� su vida a Dios, que siempre hizo la voluntad de Dios y que gan� muchas almas para Cristo. El misionero que nos ha contado la historia lo llama Moody (pron�nciese M�dy). En nuestro idioma Moo quiere decir amor, y Dee quiere decir Dios. Yo quiero que mi ni�o ame a Dios y guarde sus mandamientos como el gran Moody, y por lo mismo le he dado este nombre� teniendo un nombre con un significado tan hermoso, es probable que cuando el ni�o Moo Dee creci� y conoci� el significado de su nombre y los deseos de su padre, haya hecho lo posible por hacer honor a su nombre y por amar a Dios y guardar sus mandamientos.
MANOJOS
DORADOS
|
Las
l�grimas que riegan el sendero
Son gotas venturosas
Del �nfora filial del misionero,
Que al caer se convierten en rosas;
Son
perlas de buen precio
Porque Dios las estima y valora
A despecho del denuesto y del desprecio:
�Ellas son como
gotas de aurora!
En
el lado del mundo caen y ruedan
Convirtiendo la arcilla en oro fino;
Tras ellas tesoros hay que quedan
Hermoseando a lo largo el gran camino.
La
visi�n interior va a la mirada
Arrancando, al efecto, el hondo llanto
Que aminora el dolor en la jornada,
Proveyendo al viador consuelo santo
�Cu�n
hermosos los pies del que predica
del Se�or la gloriosa y �urea fiel
as� andando y llorando, es culta y rica
la regi�n que recorren los pies.
Las
l�grimas que riegan los eriales
Son gotas de roc�o
Que suben de escondidos manantiales
Del fiel heraldo p�o�
Y
horizontes de pueblos se columbran
A la vista de esos ojos que lloran�
Ojos que como soles son, que alumbran
Dando al mundo sombr�o sus auroras.
Misionero veraz, flor ma�anera,
Que anuncias de la Gracia sus promesas.
�Al
fin disfrutar�s de tu quimera
en lugares de gloria y de fulgores!
Donde el cierzo invernal jam�s acosa
Y no existen letales inquietudes;
Y es m�s suave que c�firo y la rosa
La canci�n de triunfantes multitudes.
�Ya
vuelve el sembrador con regocijo!
�Impregnados de
luz est�n sus ojos!
Su alma es un la�d, pues Dios bendijo
Su labor ; y ya ostenta sus manojos.
Es
la tarde en la vida del heraldo.
El erial que son� ya est� sembrado:
�Ya florece el
rosal do hubo cardos,
y do hubo espinas sube el trigal dorado!
Una
p�gina n�vea all� en el cielo
Queda escrita con oros celestiales
Por cada gota de llanto, que consuelo
Derramara en los d�biles mortales.
Y
tras �l un clar�n de bendiciones
Resuena como un fruto de alegr�a:
�Mientras al
camino que regara un d�a.