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Lista de Ilustraciones sobre Escuchando:
Un hombre perdi� sus orejas en un accidente. Ning�n cirujano pl�stico en su �rea pudo ofrecerle una soluci�n. Escuch� de un buen cirujano en Suecia y tom� contacto con el. El nuevo cirujano lo examin�, pens� por un buen rato y luego dijo, "Si, yo puedo hacer esta operaci�n".Despu�s de la operaci�n quitaron los bendajes, luego los puntos y regresa a su hotel. Al d�a siguiente, enojad�simo el hombre llama al cirujano por tel�fono y le grita, "�Sinverg�enza, hijo de las guayabas, me diste orejas de mujer!"."Oye", dice el cirujano, "pero una oreja es una oreja". "No hay diferencia entre la oreja de un hombre a la oreja de una mujer"."Te equivocas", grit� el hombre reci�n operado. "Escucho todo pero no entiendo NADA!"
Cuando el tel�grafo era el m�todo m�s r�pido de comunicaci�n de larga distancia, un joven solicit� trabajo como operador del C�digo Morse, en respuesta a un anuncio en el peri�dico, se fue a la direcci�n, entr� a una oficina grande y ocupada, llena de ruido, incluyendo el sonido del tel�grafo, en el fondo un anuncio en el m�dulo de recepci�n indicaba a los solicitantes a llenar una forma y esperar hasta que se les llamar� a entrar a la oficina interna. El joven llen� la forma y se sent� junto con otros 7 que tambi�n estaban esperando su turno.Despu�s de unos minutos, el joven se par�, cruz� el cuarto y fue hacia la oficina interna, y se meti�. Naturalmente los otros solicitantes se preguntaban qu� estaba pasando, murmuraban entre s� que no hab�an llamado a nadie todav�a. Asumieron que el joven que hab�a entrado hab�a cometido un error y ser�a descalificado.Dentro de pocos minutos, sin embargo, el gerente acompa�� al joven fuera de la oficina y dijo a los dem�s solicitantes "Caballeros, muchas gracias por venir, pero el puesto ya est� ocupado".Los otros empezaron a comentar el uno con el otro, y uno de ellos pregunt�, "Espera un minuto, yo no entiendo. El fue el �ltimo en venir, y nosotros ni siquiera tuvimos oportunidad de ser entrevistados. Sin embargo a �l le dan el trabajo. No es justo"El gerente dijo, "Lo siento, pero los �ltimos minutos mientras estaban sentados all�, el tel�grafo les estaba mandando un mensaje en C�digo Morse que dec�a: "Si entiendes este mensaje, entra, el puesto es tuyo. Ninguno de ustedes lo escuch� ni lo entendi�". Este joven s�. El trabajo es suyo.Vivimos en un mundo lleno de trabajo y ruido, como esta oficina.
El escritor Carlos Swindoll una vez se encontr� asimismo con muchos compromisos en tan pocos d�as. Se puso nervioso y tenso por esto. "Le estaba pegando a mi esposa y a nuestros hijos, comiendo molesto en la hora de comida, y sinti�ndome irritado por esas interrupciones inesperadas durante el d�a," �l record� que en su libro Fracturas del Estr�s. "Hace tiempo, las cosas en nuestra casa empezaban a reflejar el patr�n de mi estilo a las "carreras". Se estaba volviendo insoportable."Recuerdo que despu�s de la cena una noche, las palabras de nuestra hija menor, Colleen. Ella quer�a decirme algo importante que le hab�a pasado en la escuela ese d�a. Empez� muy aprisa, "Papi, quiero decirte algo" y "Y te lo voy a decir muy r�pido.""De repente al darse cuenta de su frustraci�n, le contest�, "Cari�o, me puedes decir�y no tienes porque dec�rmelo r�pido. Dilo despacio." "Nunca olvidar� su respuesta: "Entonces escucha despacio." Bits & Pieces, junio 24, 1993, p. 13-14.
Liderazgo, v. 1, #4, p. 99
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