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Lista de Ilustraciones sobre la Dedicaci�n:
En su libro, "One Crowded Hour" (Una Hora Amontonada), Tim Bowden describe un incidente en Borneo en 1964. Se les pidi� a los guerreros de Nepal en Indost�n, conocidos como Gurkhas, si estaban dispuestos a brincar desde los aviones al combate en contra de los Indostanos. Los Gurkhas no entendieron exactamente lo que involucraba el hacer esto, pero respondieron con valor que estaban dispuesto. Solo ten�an una petici�n, la cual pidieron rogando que si fuera posible que el avi�n volara despacito sobre un �rea encharcada y a una altura no m�s de 30 metros. Cuando les explicaron que los paraca�das, a esa altura, no tendr�an suficiente tiempo para abrirse, los Gurkhas replicaron, "Oye, pues no mencionaron nada de paraca�das".
"No se necesita de grandes hombres para poder realizar grandes cosas; se necesita solo gente consagrada, dedicada." � Philipps Brooks
C.T. Studd, el famoso jugador ingl�s de cricket y miembro del equipo ingl�s XI de cricket, entreg� por completo su gran riqueza y se hizo misionero hace m�s de 100 a�os. Su grito de combate era, "Si Cristo Jes�s es Dios, y muri� por m�, entonces no hay sacrificio demasiado grande que pueda yo hacerle".
En 1912, William Borden, graduado de la Universidad de Yale, dej� la fortuna de una de las familias m�s ricas de los Estados Unidos para salir como misionero a la China. Viaj� solamente hasta Egipto y all� muri� de Meningitis cerebral. Muri� en sus veintes. Poco antes de morir escribi� lo siguiente: "Ninguna reserva, ning�n retiro, ning�n remordimiento".
Cuando D. L. Moody estaba visitando Inglaterra, escuch� a Henry Varley decir, "el mundo a�n no ha visto lo que Dios pudiera hacer con un hombre completamente dedicado y consagrado al Esp�ritu Santo". Mas tarde Moody coment�, "El dijo �un hombre�. El NO dijo un �gran hombre� o un �hombre educado� o un �hombre rico�. Simplemente dijo �un hombre�. Yo soy un hombre y est� dentro de el mismo hombre decidir si habr� esa consagraci�n completa o no. Yo intentar� hasta lo m�ximo ser ese hombre".
Una mujer corri� para ver al famoso violinista Fritz Kreisler despu�s de un concierto y llor� diciendo, "Dar�a mi vida para poder tocar tan maravilloso como tu". Respondi� Kreisler, "Yo di la m�a." - Bits and Pieces, Vol F, #41
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