1. EL MUNDO

2. EL NOBLE Y LAS DEUDAS

3. DIOS PRODUCIR� LA IMPRESI�N EN CHINA

Hay personas que ven el mundo en que vivimos y creen que se hizo solo. Esta manera de pensar no es l�gica. Sabemos que todo efecto tiene su causa. Este mundo en que vivimos es un efecto, y debe tener su causa. Muy bien se ha dicho que ser�a m�s f�cil pensar que al arrojar desde un edificio alto miles de notas musicales, pautas, etc�tera, y que al caer al suelo se arreglaran ellas solas para formar una sinfon�a; y que ser�a m�s f�cil creer que al arrojar desde un alto edificio miles de letras de cada una de las letras del abecedario, al caer al suelo pudieran solas arreglarse de tal manera que fueran formando s�labas, palabras, frases, oraciones, p�rrafos, ideas y que, como resultado final, tuvi�ramos un drama o una novela escritos. Esto ser�a m�s f�cil y no que el mundo se haya hecho solo.

Al llegar a una ciudad, cierto noble que andaba viajando, mand� fijar el siguiente anuncio: "Pagar� las deudas de cualquiera que venga a verme ma�ana entre las ocho y las doce de la ma�ana".

Dieron las once del d�a sin que nadie hubiese acudido; poco tiempo despu�s fue llegando un pobre hombre que con mucha timidez y como con verg�enza le dijo:

--Se�or, �es cierto que usted ha prometido pagar las deudas de cualquier persona que venga a verle?.

--S�, efectivamente as� es. �Cu�nto debe usted?

El hombre dijo cuanto era y el caballero extendi� un cheque por valor de la cantidad que deb�a, y le mand� que se sentase hasta que dieran las doce. Media hora m�s tarde lleg� otro y fue tratado de la misma manera. Al dar las doce el hombre despach� a los dos.

Al salir a la calle se hallaron con muchos, dispuestos a burlarse de ellos por haber sido tan cr�dulos y haberse dejado enga�ar, seg�n ellos cre�an; pero grande fue su sorpresa al ver los cheques que ten�an en la mano.

Entonces corrieron a la puerta de la casa; mas �hay! Ya era tarde, ya hab�a pasado la hora y la puerta estaba cerrada. Tuvieron que volverse entristecidos por no haber cre�do.

Esta es una ilustraci�n de las condiciones para obtener el perd�n de pecados que es el don gratuito de Dios. Hay un tiempo especificado durante el cual se halla abierta la puerta de gracia. No siempre ser� as�.

Llegar� un tiempo cuando ser� demasiado tarde para poder alcanzar la salvaci�n de Dios. El �nico tiempo que podemos considerar como nuestros el de "Ahora", el de "Hoy". La exhortaci�n b�blica es: "Si oyereis HOY su voz, no endurezc�is vuestros corazones" (Hebreos 3:15).

Roberto Morrison fue uno de los primeros misioneros ingleses que predicaron el evangelio en China, y trabaj� en ese pa�s entre los a�os 1807 y 1834. Una vez alguien le pregunt� si realmente �l esperaba producir alguna impresi�n que contribuyera a la destrucci�n de la idolatr�a en el gran imperio chino. A esta pregunta, Roberto Morrison contest�: "�No, se�or; mas espero que Dios la haga! --Caleb cre�a que por medio de �l, y sus soldados, Dios podr�a destruir a los anaceos, y as� lo expres� (N�m. 14:8); pero los derrotistas no cre�an eso, y en sus lamentos ni siquiera mencionaron el nombre de Dios (N�m. 13:27-34).