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la ausencia de afecto paternal |
No hay evidencia m�s convincente sobre la ausencia de afecto paternal que la recopilada por Rene Spitz. En un orfanatorio de Sudam�rica, Spitz observ� y registr� lo que sucedi� a 97 ni�os que fueron privados de contacto emocional y f�sico con otros. Debido a la falta de fondos monetarios, no hab�a suficiente personal para cuidar adecuadamente de estos ni�os, edades desde 3 meses hasta 3 a�os de edad. Las enfermeras cambiaban pa�ales, alimentaban y ba�aban a los ni�os. Pero hab�a poco tiempo para sostener, abrazar y hablar con ellos como una madre lo har�a. Despu�s de tres meses muchos de ellos mostraban se�ales de abnormalidad. A parte de una falta de apetito y no poder dormir bien, muchos de los ni�os yac�an con una expresi�n vacante (vac�a) en sus ojos. Despu�s de cinco mese, se pod�a observar un deterioro serio.
Yac�an quej�ndose, con rostros
mortificados y torcidos. Muy a menudo, cuando un doctor o enfermera los
levantaba, los bebes lloraban de terror. Veintisiete, casi una tercera parte, de
los ni�os murieron el primer a�o, pero no por falta de alimento o cuidados a
la salud. Murieron por falta de toque y nutrici�n emocional. Debido a esto,
siete ni�os m�s murieron el segundo a�o. Solo 27 de los 97 sobrevivieron,
muchos sufriendo serios da�os psicol�gicos.
Charles Sell, Unfinished Business, Multnomah,
1989, p. 39ff
el contacto f�sico |
El Instituto Menniger en Topeka,Kansas una vez realiz� un fascinante experimento. Identificaron un grupo de ni�os de cuna que no lloraban. D�jenme explicar. Parece ser que los bebes lloran por instinctivamente saben que esta es la manera de obtener atenci�n. El llorar es su manera de llamar. Estos bebes, sin embargo, hab�an estado en situaciones abusivas. Sus padres los dejaban llorar durante horas y nunca respond�an. Saben lo que sucedi�? Los bebes eventualmente dejaron de llorar. Parec�a como que hab�an aprendido que no val�a la pena intentarlo.
As� que el Instituto Menniger comenz�
con su experimento. Trajeron personal de pensi�n y de asilos de ancianos, y
cada d�a estas personas sostuvieron a los bebes y los arrullaron. El objetivo
era tratar de hacer que estos bebes volvieran a llorar. Y saben que? Funcion�.
El toque f�sico hizo la diferencia.
Tan importante como el contacto f�sico hay otra clase de contacto que es aun
m�s importante. Es el toque espiritual. Este es un toque especial que
influenc�a e impacta las vidas de la gente. La c�a. de tel�fono hace unos
a�os ten�a un lema que quiz� recuerden: "Reach out and touch
someone." Ellos, por supuesto, se estaban refiriendo a tener una relaci��
significativa. Sermon
Illustrations, 1999
Los �rboles Sequoia de California |
Aunque nunca he visto los �rboles Sequoia de California, conocidos como los "Redwoods", me han comentado que est�n espectaculares. Tan altos como 300 pies. Raramente, estos grandes �rboles tienen unos sistemas de ra�ces inusualmente cortas que solo se encuentran debajo de la superficie del suelo para obtener toda la humedad de la superficie posible. Y esta es su vulnerabilidad. Tormentas con vientos recios casi siempre hacen que estos gigantes caigan al suelo, pero esto rara vez pasa porque ellos crecen en rocas y sus ra�ces enredadizas proveen sosten el uno para el otro en contra de estas tormentas.
Cuando estamos juntos, ya sea como familia o iglesia, proveemos esta misma clase de sost�n. El dolor y el sufrimiento nos llega a todos. Pero, as� como estos gigantes �rboles Sequoia, podemos ser sostenidos en esos tiempos d�ficiles. Por el toque de las vidas de otros. El saber que tenemos a alguien; que no estamos solos; que hay alguien que esta dispuesto a tocarnos, sostenernos, guardarnos de ser destruidos. Brett Blair, June, 2000
Favor de no tocar |
A pesar de anuncios de "Favor de no tocar", un museo no estaba teniendo mucho �xito en mantener a la gente sin tocar - y ensuciar - muebles de mucho valor y obras de arte. Pero este problema se quit� de la noche a la ma�ana cuando un empleado inteligente del museo reemplaz� los anuncios por otros que dec�an en rojo: "Cuidado, lave sus manos despu�s de tocar!" Today in the Word, March, 1990