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BOOKER T. WASHINGTON |
Se dice que un hombre verdadero humilde es dif�cil encontrar. Sin embargo, Dios se encanta en honrar a gente desinteresado en si mismo. Booker T Washington, el reconocido educador negro, fue un ejemplo extraordinario en cuanto a esta verdad.
Poco despu�s de haber tomado la presidencia de Instituto Tuskegee en Alabama, andaba de pie en un secci�n exslusiva del pueblo cuando fue parado por una se�ora blanca y rica. No haber conocido el famoso Se�or Washington por vista, ella le pregunt� si quer�a ganar unos cuantos d�lares por cortala le�a.
Porque no ten�a nada que hacer por el momento, el Profesor Washington se ri�, subi� sus mangas, y empez� a hacer la humilde labor que hab�a pedido. Cuando termin�, carg� la le�a dentro de la cada y lo puso al lado de la chimenea.
En el proceso, una ni�a lo reconoci� y poco despu�s revel� su identidad a esta mujer rica.
El d�a siguiente, la mujer bien avergonzada fue a visitar al Se�or Washington en su oficina en el Instituto y pidi� disculpas profundamente. �Est� perfectamente bien, Se�ora�, replic� el profesor. �A veces me encanta un poco de labor f�sico. Adem�s, es un gran gozo poder hacer algo para un amigo.
La se�ora tom� su mano con mucho cari�o y le asegur� que su actitud de mansedumbre y gracia le hab�a hecho m�s cercano a su coraz�n el trabajo que andaba haciendo.
No mucho despu�s, mostr� esta se�ora rica su admiraci�n por persuadir algunos conocidos ricos unirse con ella para hacer una gran donaci�n al Instituto Tuskegee. Our Daily Bread (El Pan de Cada D�a)
St. John Chrysostom |
"La humildad es la ra�z, madre, enfermera, fundamento, y lazo de toda virtud."